Curiosidades de Ulldecona
El Castillo que da origen a Ulldecona
Los primeros pobladores de las tierras de Ulldecona se remontan al periodo Neolítico, muestra de ello son los numerosos yacimientos arqueológicos que han sido encontrados por la zona de la Ermita. Estos yacimientos son considerados como uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes de Cataluña, habiendo sido declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Posteriormente los romanos y los árabes también se asentaron en la zona, siendo estos últimos los encargados de construir el Castillo encima de los restos del antiguo poblado.
Los musulmanes poblaron la zona del Castillo hasta que en 1148 Ramón Berenguer IV conquistó la villa y se la concedió a la Orden de los Hospitalarios, quienes construyeron los edificios más emblemáticos de la localidad, y el Castillo de Ulldecona pasó a formar parte de la familia de los Montcada. No obstante, hubo problemas para repoblar la villa y en 1173 Guillem de Montcada cedió el castillo a la Orden de los Hospitalarios. Junto con el castillo, además se donaron los actuales términos de Alcanar, Freginals y la Sénia.
Los continuos ataques sarracenos al Castillo de Ulldecona, ya que se encontraba en una zona fronteriza con estos, provocaron que los hospitalarios lo retornaran en el año 1191 a la familia de los Montcada ante la imposibilidad de defenderlo. De esta manera, el castillo se amplió mediante la construcción de una torre con la intención de fortificarlo y proteger a sus habitantes, consolidando, así, el núcleo de población. Una vez finalizaron los ataques musulmanes el castillo volvió a manos de los Hospitalarios dado que ya no necesitaban la protección de los Montcada.
La primera Carta de Población data del año 1222, cuando el núcleo primitivo de Ulldecona se encontraba dentro del recinto amurallado del castillo. No obstante, la ubicación del Castillo de Ulldecona, en un área montañosa, impedía el crecimiento poblacional y urbanístico. Fue en 1274, una vez pasados los momentos de inestabilidad política, cuando al municipio de Ulldecona se le dio permiso para trasladarse al valle y establecer un nuevo núcleo poblacional conocido como Sant Lluc d’Ulldecona, origen del actual municipio. A partir de entonces, la vida en la nueva población fue tranquila hasta que en los años 1463 y 1465 las tropas de Juan II de Aragón sitiaron el municipio ya que éste se mantenía fiel a la Diputación Catalana.
Tuvieron que pasar más de 200 años para que el municipio volviera a romper la paz que reinaba en sus tierras. Fue en 1708, en plena Guerra de Sucesión Española, cuando el municipio quedó en manos de las tropas felipistas, no obstante, no se produjeron graves enfrentamientos.
En julio de 1810 Ulldecona fue ocupada por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia Española, logrando su liberación tres años más tarde. A partir de entonces, el municipio no volvió a sufrir ningún ataque importante y comenzó a expandirse, sobretodo en el primer tercio del siglo XX, coincidiendo con la época de plenitud del desarrollo agrícola en la zona.