De un vistazo
La Sénia, país del mueble
Al igual que el resto de municipios de la zona, La Sénia estuvo en manos de la Orden de los Hospitalarios y sufrió las consecuencias de las diferentes guerras que tuvieron lugar en la zona. Sin embargo, el hecho histórico más importante se produjo durante la Guerra Civil, ya que el término municipal de La Sénia se convirtió en un campo de aviación militar durante este periodo negro de la historia. Fueron los republicanos en 1937 los que construyeron el campo de aviación y pilotaron los aviones y, más tarde, pasó a manos de los alemanes. A finales de año, los republicanos llevaron a cabo un ataque sorpresa contra los alemanes en el que quedaron destruidas gran parte de las instalaciones del campo de aviación. Si visitas La Sénia, no solo quedarás encantado con su casco histórico, sino también por la naturaleza y los parajes que rodean el municipio. Así pues, en los alrededores de la población se encuentra el río Sénia, una frontera natural que separa las comunidades autónomas de Cataluña y Valencia y el Parque Natural de la Tinença de Benifassà. Este parque natural se trata de un bello paraje en el que podrás realizar infinidad de rutas y visitar árboles monumentales como el Faig Pare o el Pi Gros y enclaves maravillosos como el Salt de Robert, el Portell de l’Infern o el Tossal dels Tres Reis. Anexo al río Sénia encontrarás el famoso Moli l’Abella, una construcción con más de 900 años de historia que originalmente tuvo la función de aprovechamiento de agua del río. En el municipio son, además, muy conocidas las carreras de burros y caballos que se celebran en el Hipódromo del Pla de Roquillo durante las fiestas mayores de la población, una experiencia que te recomendamos si visitas La Sénia durante esos días. Por último, el casco histórico de la población cuenta con diversos edificios y casas que datan del siglo XVII, como la Casa Pere Ferrer, Ca Palau o la Casa Abadía. Dentro del núcleo urbano también se halla la Iglesia Parroquial de San Bertomeu, un templo religioso construido en 1750 que tiene anexa una torre campanario. Acércate hasta La Sénia y date un paseo por sus calles o por su entorno natural, sus diversos rincones no te dejarán indiferente y si no dispones de mucho tiempo, siempre podrás visitar uno de sus restaurantes y disfrutar de una buena olla de recapte y unos deliciosos pastissets.