Para recordar
Morella recortada en el horizonte
Cuando llegues a Morella, si lo haces desde la costa por la carretera N-232, descubrirás una estampa difícil de olividar. Al sobrepasar el puerto de Querol, a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, serpentenado por la carretera que te lleva a Morella, entre pastos para animales y zonas boscosas debes estar atento al momento en el Morella se desvelará ante tus ojos por primera vez. No hay duda de que esta es la imagen más recordada por cuantos han visitado ya este magnífico lugar. Por la noche, bien merece la pena que te alejes de la ciudad para apreciar esa misma estampa diurna pero mejorada con su iluminación nocturna.
Si por el contrario, tu camino te trae a Morella desde Zaragoza por la misma carretera, aunque la visión es diferente, no deja de ser igualmente sorprendente y difícil de olvidar. Tras el puerto de Torre Miró, a más de 1.200 metros, se oculta monumental el castillo de Morella, invisible tras el desnivel y las curvas hasta unos escasos cientos de metros de la entrada a Morella por la Porta de Sant Miquel. Desde esta perspectiva rodearás la ciudad desde norte a este hasta llegar al barrio del Hostal Nou, a los pies de Morella en dirección a la costa.
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Paisajes nevados de Morella
Aunque a priori pueda parecer difícil por su latitud, es raro el año en el que no nieva en Morella, por lo que si durante tu visita ves caer nieve no debes extrañarte. Más aún, no dejes de aprovechar la ocasión para capturar las magnificas escenas nevadas de Morella y su entorno nevados… aunque con mucho cuidado a la hora de circular o moverte por esas carreteras heladas.
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