Castillo de Morella, Muralla, torres y puertas
El castillo de Morella (Provincia de Castellón, España), construido en lo alto de la población sobre la "Mola" aprovechando la roca, es una fortificación del siglo XIII de arquitectura islámica con reformas posteriores de arquitectura medieval. Consta de la plaza de armas (1.070 m), el palacio del gobernador, el aljibe, la torre de la Pardalea, retretas al vuelo por donde entraron en 1838 los Carlistas, prisión de Cacho, restos de palacios reales, torres de Homenaje y pabellones oficiales, por donde han pasado diferentes formas de civilización y culturas.
En el área del castillo han aparecido restos prehistóricos, ibéricos y romanos. Tras la Reconquista se iniciaron las actuales murallas, y las dependencias que ya existían fueron habilitadas para los reyes cristianos.
El castillo se divide en tres niveles: un primer nivel situado en la parte inferior del peñón en el que se encuentran la entrada y el Palacio del Gobernador. En el segundo nivel se situaban las baterías de artillería. Y en el tercer nivel se hallaba el castillo propiamente dicho. La parte inferior está rodeada de murallas y torres, de las cuales son la mayoría semicirculares, que surgen de la parte oeste en forma de zigzag.
El reciento amurallado, con muros de entre 10 y 15 metros de altura por 2 metros de espesor, rodea todo el perímetro de la ciudad con 6 puertas y 14 torres. Entre ellas, las más destacatas son la puerta de San Miguel, Sant Mateo, del Forcall, la puerta del Rey, por donde entrará Jaume I en Morella; o la Puerta Ferrisa, escenario de la entrada del caballero Blasco de Alagón cuando tomó la ciudad a los musulmanes; o la Puerta de la Nevera, situada cerca del pozo de nieve donde se guardaba la nieve.