Los restos que podrás ver durante tu visita nos hablan de una prospera ciudad: edificios de dos alturas, almacenes, bodegas, hornos, talleres, cerámica de torno pintada, vasijas para cocina, ornamentos de plata y oro, así como la misma fortificación que cohesionaba todo el poblado.
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Una vez metido en el túnel del tiempo, es altamente recomendable que te des un paseo por el casco antiguo de Benicarló, donde en un pequeño recorrido podrás visitar los principales puntos de interés de la ciudad. Si entras a Benicarló tras visitar el poblado del Puig de la Nau, en primer lugar encontrarás el Convent de Sant Francesc, actualmente habilitado como Museo de la Ciudad de Benicarló (MUCBE), para llegar un poco más adelante al eje neurálgico de la ciudad formado por el Ayuntamiento (antigua casa de la Baronesa) y la iglesia de San Bartolomé de estilo Barroco tardío Valenciano. Desde allí y hacía el norte, accederás a la calle mayor de Benicarló donde, junto al eje comercial de la ciudad, podrás recorrer algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad: el museo arqueológico (ubicado en la antigua prisión), la casa del Marqués de Benicarló o la Casa Bosch de estilo modernista y donde hoy se encuentra la sede de Bankia.