Curiosidades
Rossell, testigo de la historia
Los restos neolíticos encontrados en la Cova de les Bruixes, la Cova de Blai y la de Barberana demuestran el paso de los humanos por la zona. No obstante, la ocupación íbera y romana tuvo mayor importancia en Rossell con el descubrimiento de pequeños enclaves donde se controlaban las vías de acceso hacia el interior. El Polseguer, el Coll del Moro, el Carrascalet y el Mas de Vito son antiguos asentamientos romanos e íberos donde se ha encontrado el busto de un Hermes juvenil que data del siglo I antes de Cristo. Fue en el siglo XIII cuando Rossell comenzó a formarse como una población tal y como la conocemos ahora. En 1208 Rossell fue ocupado por primera vez bajo la orden de Pere II. Más tarde, en 1237, el maestro de la Orden de los Hospitalarios, Hug de Follalquer entregó la Carta Puebla al municipio de Rossell. Durante unos años, la población tuvo varias disputas sobre si debía pertenecer a la jurisdicción del convento de Benifassà o a la de la Orden de los Hospitalarios. Finalmente Rossell pasó a formar parte de la Abadía de Cervera en 1286.
En el año 1317 la Abadía de Cervera fue otorgada a la Orden de Montesa, que fue la dueña de la población hasta el siglo XIX. La Guerra de los Segadores tuvo grandes repercusiones en el municipio. En 1648 un mariscal francés llamado Schomberg, que controlaba Tortosa, realizó un ataque a Rossell y lo incendió completamente. A lo largo de toda la edad moderna y el siglo XIX, los bandoleros también tuvieron un papel importante en la historia de la población. Las cuadrillas de Salom, de Tarranc y de Currutaco encargaron de atacar, robar y asaltar al municipio durante años. Además, la zona también fue escenario de actuaciones maquis y carlistas a lo largo del siglo XIX. El carlista Cabrera llevó a cabo numerosas operaciones y encuentros en el término de Rossell. Entre las gentes de Rossell todavía perdura el recuerdo de Miquela, una heroína que lideró el pueblo ante el ataque de los carlistas. El municipio también sufrió las consecuencias de la Guerra Civil Española y la fría helada de 1956. A partir de los años 60, cuando muchos de los vecinos ya habían emigrado, Rossell entró de pleno en la industrialización de la mano de pequeñas empresas locales. En el año 1971 el núcleo de población de Bel fue anexionado al término de Bel. El municipio ha sabido mantener sus técnicas y su estilo de vida; como la agricultura y la ganadería, la lengua y sus costumbres culinarias; hasta bien entrado el siglo XX.