Atractivos
Los masos
Si te encuentras visitando la población, no puedes dejar de ver la gran cantidad de masos que hay repartidos por el término de Rossell. Para aquellos que no lo sepáis, los masos son micropoblaciones tradicionales que han aprendido a vivir de manera autónoma, dependiendo en mayor o menor grado, según la situación en la que se encuentren las personas que viven en el. Estas viviendas son muy tradicionales en pueblos de interior del Maestrazgo, conservándose muchos de ellos en la población de Rossell. Si te acercas a visitarlos verás que, aunque algunos todavía presentan condiciones para ser habitados, muchos de ellos están deshabitados, a excepción de algunos que ocasionalmente acogen a sus propietarios. La distribución territorial de estas construcciones se ve afectada por las condiciones climáticas y del terreno; así, encontrarás masos de montaña, de media montaña y de zona plana. Estas construcciones tenían (y tienen) una serie de características que los hacían especiales. Era de costumbre que aprovecharan los desniveles naturales; además de mantener una buena estabilidad térmica en su interior, independientemente de la estación del año gracias a inventos caseros e ingeniosos. Hay que decir que no destacan por su belleza arquitectónica, ya que cuando construían apostaban por la funcionalidad en lugar de los intereses estéticos. Son de especial mención aquellos masos que se construían cerca del río, conocidos como molinos, cuya función principal era la de aprovechar el agua como recurso energético. En el término municipal de Rossell encontramos dos molinos muy conocidos. El Molí d’en Guinot se encuentra situado en la partida dels Horts y entre sus funciones ha servido como central eléctrica y molino harinero, entre otros. El molino cuenta con dos cubos de piedra de 7 metros y una escalera interior de piedra y hierro. Por otra parte, el Molí de l’Hospital lo encontrarás a 7 kilómetros de Rossell, accediendo por el Ligallo Real. Esta masía consta de cinco viviendas, una cuadra y un corral, además de una capilla dedicada a San José. Aparte de estos dos famosos molinos, Rossell cuenta con diversos masos repartidos a lo largo de todo su término municipal como el Mas del Juliantó, el Mas del Tortó, el Mas del Furo, el Mas del Collet, el Mas de L’argent y el Mas de Fontan.
Iglesia Parroquial dels Sants Joans
Esta iglesia de Rossell, dedicada a San Juan Bautista y San Juan Evangelista, se encuentra situada en el antiguo centro de la población. Se cree que es una construcción que data del siglo XVIII, ya que presenta una fachada barroca con ciertas influencias clasicistas. Hay constancia de que existió un templo religioso perteneciente al siglo XIII y la construcción de un altar mayor en 1425 por los hermanos Serra, de Tortosa. En cambio no hay ningún documento que acredite las posteriores modificaciones que tuvo hasta la construcción del templo actual, que por sus características, parece construido en el siglo XVIII. El 5 de febrero de 1760 se acordó la construcción del campanario y la sacristía por Bernat Minguet. Durante el tiempo que duró la Guerra Civil, el interior del templo fue destruido casi en su totalidad, hasta que en el año 2000 fue repintado. El interior de la Iglesia Parroquial dels Sants Joans conserva dos retablos procedentes de la Iglesia de Bel; el retablo de Sant Jaume, de 1570 y el retablo de Sant Miquel y Sant Jeroni, de 1530; además de una cruz procesional mayor de Gabriel Jaquers que data de 1443.
Iglesia de Sant Jaume de Bel
Esta construcción de origen románico se encuentra ubicada en Bel, población agregada a Rossell. Por sus características, su construcción se debió llevar a cabo poco después de la conquista y posterior repoblación del territorio, alrededor de 1234 o 1238. Existen pocos datos acerca de esta iglesia, a excepción de las peculiaridades en la decoración de su puerta, que recuerdan más a las construcciones de la Inglaterra de la época que a las construcciones hispanas. Su campanario y su sacristía, parecen pertenecer al siglo XVII debido a su tipología constructiva. En noviembre de 2006 se iniciaron las obras de restauración de la cubierta, después de que en 1999 el Ayuntamiento de Rossell y el obispado de Tortosa pidieran a la Generalitat su rápida acción para evitar el derribo de su cubierta. Debido a la ausencia de población estable, solo se celebran actos religiosos en días señalados.
La Font de Baix y el Molló de Sant Marc
Paralela al cauce del barranco de Requena, en dirección a Bel y Vallibona, encontramos la fuente más emblemática de la población, la Font de Baix. El paisaje que rodea esta fuente está caracterizado por unos chopos imponentes y acompañado de una vegetación variada. Por su parte, el Molló de Sant Marc es una pequeña montaña de 565 metros de altitud situada en las afueras del municipio de Rossell. En esta montaña encontrarás la Ermita de Sant Marc, una pequeña capilla situada en la cima de esta montaña.