Atractivos
Ermita de San Cristóbal
La devoción a San Cristóbal en el municipio de Calaceite se remonta a la primera mitad del siglo XIV, a pesar de que la actual ermita data del siglo XVIII. La Ermita de San Cristóbal es de estilo barroco y comenzó a construirse en 1738. Sin embargo se cree que anteriormente debió existir otro edificio, ya que en 1618 se construyó una casa para un ermitaño, sobre la cual se edificó posteriormente la actual casa adosada a la ermita. Hay referencias que se remontan al siglo XV que hablan de la celebración de una procesión en la población el día de este Santo, es por eso que en 1832 se intentó organizarla pero la iniciativa no se repitió dada la escasa asistencia de gente. Vale la pena visitar la Ermita de San Cristóbal, no solo por el edificio sino también por las vistas que ofrece el paisaje de sus alrededores. Desde aquí hay unas impresionantes vistas de los Puertos y de varias poblaciones del Matarraña y la Terra Alta. Más cerca, se observa el cerro de San Antonio donde hay un importante poblado íbero y una capilla dedicada a San Antonio Abad.
Ermita de Santa Ana
En 1608 el Concejo de la Villa aprobó la construcción de esta ermita en el paraje de la font de les Ferreres y la celebración de la fiesta de Santa Ana en su honor. Sin embargo, hasta 1621 no se iniciaron las obras ya que en los años anteriores el municipio llevó a cabo la construcción de la Casa Consistorial y la capilla de San Roque. En 1688 se construyó el Retablo Mayor y un siglo más tarde se levantó la casa adjunta que servía como refugio de rebaños y pastores. La Ermita de Santa Ana, de estilo renacentista, cuenta en su interior con un monumento a Nuestra Señora del Pla, patrona de la población. Según algunos documentos oficiales se sabe que desde 1701 y hasta 1878 existía la tradición de venir en procesión hasta la ermita con la reliquia de la Santa Espina que se conserva en la iglesia Parroquial. Actualmente, la fiesta en la ermita se celebra el sábado anterior al lunes de Pascua Florida. Si visitas esta ermita también tendrás la posibilidad de visitar la cruz del término de Santa Ana, ubicada en la entrada del camino de acceso.
Portal de Orta y Capilla de San Antonio
El portal recibe este nombre porque a él llegaba el camino de la población vecina de Horta de Sant Joan. Se trata de uno de los dos portales de la muralla que todavía se conservan en el municipio. Cuando Calaceite estaba amurallado, contaba con un total de cuatro portales: el portal de Maella y de Orta que todavía se conservan, el portal de la Balsa del Coll y el portal de la Font. En el siglo XVIII, encima de los restos de la muralla, se construyó la Capilla de San Antonio de Padua. Se trata de una combinación arquitectónica en la que se recicla un elemento defensivo para la construcción de uno religioso, muy habitual en el patrimonio monumental de la comarca. En el interior de la capilla podrás observar pinturas en las pechinas y la cúpula, además de baldosas con cerámica decorada con escenas religiosas.
Portal de Maella y Capilla de la Virgen del Pilar
Los portales-capilla son uno de los elementos arquitectónicos más singulares de la comarca del Matarraña. El Portal de Maella, ubicado en la entrada norte del municipio, recibe este nombre porque a él llegaba el camino de la población vecina de Maella. Originariamente formaba parte de la antigua muralla y era uno de los cuatro portales que rodeaban el municipio. Ya en el siglo XVIII se llevó a cabo la construcción de una capilla barroca dedicada a la Virgen del Pilar, con la que cambió su función defensiva por otra eminentemente religiosa. El portal de Maella es uno de los portales más complejos arquitectónicamente de la comarca y desde él se pueden contar hasta ocho calles. La calle de Maella y la d´En Rufa son las más antiguas y coetáneas al portal, mientras que el resto corresponden a ampliaciones urbanas posteriores. Actualmente la Capilla de la Virgen del Pilar mantiene su función religiosa, abriendo sus puertas para la festividad de la Virgen del Pilar y Corpus.
Casa Natal de Juan Cabré
La Casa Natal de Juan Cabré fue la residencia de este pionero de la arqueología moderna española, en la cual nació en 1882. Cabré también dedicó su vida a la pintura, el dibujo y a la fotografía, habilidades que utilizó como técnica de investigación. Su obra científica más importante se desarrolló a principios del siglo XX cuando, en una de sus excursiones al cerro de San Antonio, descubrió un poblado íbero. A los pocos años, en 1903, descubrió las pinturas rupestres de la Roca dels Moros, que fueron las primeras pinturas conocidas del llamado arte levantino. Después de estos trabajos centrado en el Matarraña y el Bajo Aragón, Cabré se fue a trabajar a otros puntos de la Península Ibérica. Desde entonces y hasta su muerte en 1947, Cabré trabajó en una obra científica que ha dado importantes aportaciones para el estudio de la prehistoria y la protohistoria peninsulares. Si visitas Calaceite no te olvides de visitar la casa natal de este ilustre personaje de la historia del municipio.
Casa Teresa Jassà
Otro personaje ilustre nacido en el municipio de Calaceite es la ceramista y escritora Teresa Jassà. Esta mujer nació en 1928 en una casa de la plaza pero la Guerra Civil hizo que se marchara del pueblo con su familia a Zaragoza, Barcelona y Perpiñan. A lo largo de su juventud, Teresa estudió Bellas Artes y comenzó su carrera como ceramista hasta que en 1960 volvió al municipio que la vio nacer para instalarse definitivamente. Allí abrió un taller en el que durante años se cocieron no solamente sus interesantes cerámicas, sino también muchas de las iniciativas culturales que se realizaban en Calaceite. Teresa tenía una obsesión que reflejaba en sus trabajos: el tema de la paz y el entendimiento entre las personas. Así pues, las palomas de la paz son muy habituales en sus trabajos entre los que destaca el “Homenaje a Goya” que rememora los horrores de la Guerra. Teresa Jassà trabajó y vivió en esta vivienda de Calaceite hasta la fecha de su muerte, el día de Navidad de 1999.
Plaza de los Artistas
Desde siempre Calaceite ha sido un lugar de encuentro para los artistas, escritores e investigadores. Entre los investigadores locales cabe destacar la figura de Juan Cabré cuyo trabajo en el Matarraña atrajo la curiosidad de diversos arqueólogos a principios del siglo XX como el francés Henri Breuil o el catalán Pere Bosch Gimpera. Ya en los años 70 numerosos escritores y artistas fijaron sus residencias en Calaceite como los escritores José Donoso y Mauricio Wacquez (ambos relacionados con el “boom latinoamericano), pintores como Romà Vallès, Albert Ràfols Casamada y Maria Girona, además de la artista local Teresa Jassà. Pero el municipio no solo acogió a personas, también fue sede de diversos actos culturales como la creación de la Fundación Noesis, la celebración del Encuentro Literario Internacional “La Nouvelle Fiction”, o la ubicación en la villa de la sede de la “Associació Cultural del Matarranya” desde 1989. Por todo esto, y en reconocimiento a todos los artistas y eventos que se dieron lugar en el municipio, en 1999 se erigió la Plaza de los Artistas.
Tossal Redó
El Tossal Redó de Calaceite es un poblado datado entre los siglos VII y V antes de Cristo. Urbanísticamente sigue el modelo de calle central con viviendas de planta cuadrada a ambos lados de la misma, de manera que las paredes traseras harían la función de muralla. Si deseas visitar este antiguo poblado, lo encontrarás a unos 3 kilómetors de Calaceite.