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Iglesia de Santa María la Mayor
La Iglesia de Santa María la Mayor es un claro ejemplo del gótico levantino de la provincia de Teruel. Esta iglesia, que cuenta con la categoría de Monumento Histórico, todavía se utiliza para el culto religioso a pesar de encontrarse en proceso de restauración. El arzobispo Pedro López de Luna fue el encargado de iniciar la construcción de este templo a mediados del siglo XIV, con el levantamiento del ábside y los dos primeros tramos del templo. Con la llegada de García Fernández de Heredia a la población, se consigue finalizar el tercer tramo y el campanario, consiguiendo una armonía perfecta entre el castillo y la iglesia. Ya en el siglo XVIII se lleva a cabo una nueva construcción, la sacristía encajada junto al ábside del templo. En 1877 se dio uno de los momentos más difíciles para esta iglesia, ya que el párroco y los feligreses, tras ver como sus peticiones para la reparación eran ignoradas, se vieron obligados a derribar el tejado del tercer tramo por suponer un claro peligro de derrumbe. Con la piedra caída levantaron un muro que dejó aislada la parte derruida y que cortaba la iglesia. Otro periodo triste para el templo fue la Guerra Civil que causo estragos en el templo destruyendo su retablo renacentista y causando serios daños a la decoración exterior. No obstante estos daños fueron reparados en 1966, cuando una restauración popular del templo le devuelve su aspecto gótico original, eliminando gran parte de la decoración posterior. Entre 2006 y 2009 se llevan a cabo los trabajos de restauración mejorando techos, la torre campanario, paredes, fachadas y el claustro. Siguiendo antiguas referencias se ha recuperado la puerta del lado oeste y se ha abierto un óculo, mejorando la luminosidad natural del templo. También se han repuesto las bóvedas derruidas y se ha recuperado el pavimento original.
Palacio de Valderrobres
El Palacio de Valderrobres es uno de los edificios más antiguos del municipio y, a pesar de que hay documentos que lo mencionan en el siglo XVI, es muy posible que ya estuviera en pie desde principios del siglo XV. Este palacio, situado a los pies del castillo, es uno de los edificios que ha sufrido más cambios y que más se ha transformado con el paso de los años, realizando diversas funciones. Inicialmente el palacio fue la sede para la recaudación de impuestos y también era propiedad del arzobispado de Zaragoza. Al estar relacionado con el castillo, el palacio contaba con un túnel secreto que lo comunicaba con el mismo. Dentro del palacio también se encontraba el antiguo hospital, que servía como albergue para pobres. Estas instalaciones eran propiedad de la iglesia y estuvo en funcionamiento desde el siglo XVI hasta el XIX, cuando debido a la desamortización las propiedades pasaron a manos del Ayuntamiento. Una vez entrados en el siglo XX el edificio pasó a albergar las escuelas municipales, manteniéndose durante décadas, y albergando finalmente el almacén municipal. Actualmente el palacio ha pasado en buena parte a manos privadas y la parte de propiedad municipal se encuentra a la espera de poder albergar proyectos de interés comunitario.
Ayuntamiento de Valderrobres
La Casa Consistorial de Valderrobres se encuentra ubicada en la Plaza de España, junto a la Puerta de San Roque. Esta construcción data del siglo XVI y se construyó bajo las órdenes del maestro Antonio de Champanach, finalizando las obras en 1599, fecha que aparece esculpida en el escudo de la fachada. El Ayuntamiento de Valderrobres es un ejemplo de edificio del renacimiento civil aragonés, inspirado en la Casa consistorial de Alcañiz, aunque aquí se añadió una lonja con fines comerciales además de los administrativos y judiciales que ya poseía de por sí el edificio. El consistorio está elaborado con piedra labrada y consta de tres plantas, con una bonita fachada que da a la Plaza España. En el interior del edificio encontrarás el cuerpo de las escaleras y diversas dependencias municipales. La planta baja acoge una lonja dentro de la cual hay un habitáculo que se cree que anteriormente sirvió como calabozo. Por su parte, la planta noble alberga las dependencias municipales y la vivienda del alguacil, además de pinturas decorativas que datan del siglo XVIII. La planta superior cuenta con diversas dependencias que fueron unificadas en un gran salón de actos durante la restauración del edificio. En 1847 el pintor Jerónimo Palau fue el encargado de decorar la fachada, en la que actualmente todavía se pueden leer las palabras paz, unión y libertad. En 1929 el ayuntamiento de Valderrobres fue reproducido en el pueblo español de Barcelona para la Exposición Internacional de Barcelona. A partir de entonces, la Casa Consistorial ha sufrido diversas restauraciones y reformas internas que han hecho posible que hoy en día continúe siendo el edificio administrativo de Valderrobres. El 24 de julio de 1982, este monumento histórico fue declarado Bien de Interés Cultural.
Portal de San Roque
La entrada al casco antiguo del municipio de Valderrobres se realiza a través del puente medieval que cruza el río Matarraña. Una vez cruzado el puente, te encontrarás con el Portal de San Roque, que da la bienvenida a sus visitantes. Este monumento es una pieza fundamental en la arquitectura de la población, ligado estrechamente con la historia de Valderrobres. Se cree que la construcción del puente se llevó a cabo en torno a 1390, paralelamente al levantamiento de las murallas. La construcción de este monumento se realizó bajo petición del arzobispo García Fernández de Heredia a Juan I y las obras se cree que finalizaron a principios del siglo XV. En este periodo Valderrobres se encontraba bajo la prelatura de Dalmao de Mur, responsable también de las plantas más altas del castillo. Este puente medieval cuenta con cuatro agujeros y es extremadamente sólido para evitar su destrucción durante las grandes riadas, además de evitar la acumulación de troncos. En el siglo XVI, durante la construcción del edificio del Ayuntamiento, éste se asentó en el último tramo del puente modificando, así, el aspecto del tramo final del puente. A finales del siglo XVI este portal se dedicó a San Roque, protector ante las epidemias y patrón de la población, quedando hoy en día como uno de los portales mejor conservados de todo el conjunto.
Río Matarraña
El río Matarraña se ha convertido en uno de los distintivos más importante de estas tierras, cobrando una gran importancia gracias a los distintos municipios que atraviesa. Este río es un afluente del Ebro y nace a 1200 metros de altitud, en los puertos de Beceite. A lo largo de su orilla hay repartidos distintos molinos aceiteros, muy propios de la zona, que fueron utilizados años atrás. Los diferentes pueblos que recorre el Matarraña son de una gran belleza, con unos cascos históricos singulares y monumentos que vale la pena visitar. El primer pueblo del recorrido de este río es Beceite, considerado Conjunto Histórico-Artístico y que se levanta dentro de un recinto amurallado. A continuación aparece Valderrobres y diversas poblaciones alejadas del curso del río como Peñarroya de Tastavins, Fuentespalda, Ráfales y La Portellada, todas ellas poblaciones con un encanto especial. De nuevo junto al río nos encontramos con La Fresneda y muy cerca de la orilla otra población de origen musulmán, Calaceite. Más abajo se encuentra Mazaleón y cerca de ésta se levanta Maella. Camino de su desembocadura se levanta Fabara, famosa por albergar el mausoleo romano mejor conservado de España y la siguiente población es Nonaspe. Finalmente el Matarraña desemboca en el río Ebro, concretamente en las cercanías del Fayón.
Ermita de los Santos
La Ermita de los Santos es un edificio del cual se desconoce la fecha de su construcción y también el estilo arquitectónico al que pertenece. No obstante, algunas informaciones apuntan a la fecha de construcción alrededor de 1420. En cuanto a su estilo, es difícil concretar ya que a lo largo de los años ha sufrido diversos hundimientos y consecuentemente numerosas reconstrucciones. En la fachada del edificio aparece grabado el año 1685, seguramente el momento en el que se añadió al templo la casa adosada que habitaba el ermitaño. Este ermitaño, además de cuidar y vigilar la ermita, era el encargado de la enseñanza de los jóvenes de la zona y tocaba la campana en caso de tormenta o simplemente para señalar las horas; tradición que se mantuvo hasta los años 30 del siglo XX. La Ermita de los Santos está dedicada a San Abdón y San Senén y cada 19 de agosto se celebra una romería en la que los habitantes de Valderrobres organizan una comida tradicional.